Cuenta una autobiografía, que allá por 1993 se celebró una boda. Unos jóvenes se pusieron de pie frente a un altar que tenía todo lo que necesita tener un altar para ser un intermediario entre lo divino y lo terrenal. Y detrás, un sacerdote se apercibió con un estudiado y pausado paso y comenzó su oratoria celeste que incluía los tan versados votos matrimoniales.
Cuenta esa misma autobiografía que mientras las palabras del sacerdote se deslizaban como serpientes hechizando a toda la concurrencia, él miró a los ojos de su futura esposa y los vió ausentes. Lejos. Muy lejos de ese lugar. Lejos de ese altar y sobre todo, lejos de él.
Esa misma noche cuando su esposa se fue a la cama, él salió y dirigió su mirada al cielo. Allí estaba la noche pavoneando sus diamantes en la oscuridad. Y mirando la luz de las estrellas muertas (by starlight), se dio cuenta que había cometido un error. Se dio cuenta que ninguno de ellos estaba verdaderamente enamorado del otro.
Así se escribió esta canción, haciendo referencia a esa ocasión en la cual por la noche, las estrellas accedieron a protagonizar un único y desafortunado milagro. Esa noche, los espíritus de las estrellas muertas le susurraron al novio como era el final de la película.
De esta manera podemos encontrar en la composición algunas imágenes preciosamente cargadas de desconcierto y melancolía. Y podemos sentir lo que sintió el al ver unos ojos tan vacíos como el mar.
Billy Corgan se separaría de Chris Fabián y de sus "ojos tan muertos como los suyos" unos 4 años mas tarde.
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Sobre el curador - Vranko Magas
Músico, compositor y escritor nacido en Buenos Aires Argentina.
Luego de estudiar la carrera de piano en el conservatorio nacional y tocar en algunas bandas comencé un viaje por Europa que termino en Barcelona donde realice un posgrado en gestiones globales en la industria musical, en la Universidad Pompeau Fabra. En ese contexto comencé a desarrollar un proyecto de investigación sobre como la música afecta a diversos seres vivos no humanos, en especial las plantas. Para esto, utilice diferentes herramientas entre las que se destaca un dispositivo que traduce los impulsos biolectricos de las plantas a MIDI
El resultado de este proyecto de investigación es tan revelador que a partir de aquí mi búsqueda se oriento por completo a integrar lo orgánico y natural con la música.
"Sigila Violeta" es la primera obra registrada en estudio de esta experiencia que combina secuencias compuestas y ejecutadas por una planta.